La obra que ilustra esta entrada, representa a una de las historias más bonitas de la mitología griega, al mismo tiempo que también representa, a uno de los besos más famosos y eróticos de la historia del Arte.
Reproducido en multiples ocasiones y de muchas formas diferentes, como escultura, pintura, ilustración, etc., hace referencia a la bella historia de Cupido y Psique, historia que siempre acaba con un final feliz…
Este cuadro, que podéis ver mejor en toda su extensión pulsando aquí, está inspirado y es un homenaje a dos artistas muy diferentes, uno del arte y otro de la música.
En primer lugar es un homenaje al pintor y artista gráfico húngaro, Mihaly Zichy, representante de la pintura romántica y erótica de su País (1827 – 1906). No fue hasta después de su muerte, hace ya más de cien años, cuando se dieron a conocer algunas ilustraciones en blanco y negro, una de ellas, es en la que me he inspirado para hacer esta obra.
Os recomiendo que observéis un poco detenidamente la parte abstracta, quizá encontréis cosas que a simple vista no se ven, como ocurre en numerosos de mis cuadros… a veces se dice más en lo abstracto que en lo figurativo ;).
Y en segundo lugar, va dedica a Patrick Bruel, por el título, el cual pertenece a unas de sus canciones (El amor es un fantasma – L’amour est un fantôme), uno de mis cantantes franceses favoritos, por no decir mi favorito…